La contaminación marina, ya sea plástica o química, no se limita a ser una amenaza ecológica. Afecta directamente a las economías locales, especialmente aquellas que dependen del turismo de playa y de la pesca artesanal. Playas contaminadas, aguas no aptas para el baño y pérdida de biodiversidad son factores que deterioran la atractividad de los destinos costeros y comprometen los medios de subsistencia de los pescadores.
🧳 Zoom sobre Bali: un paraíso contaminado
Bali, joya turística de Indonesia, atrae cada año a millones de visitantes que vienen a disfrutar de sus playas, sus zonas de surf y su cultura única. Sin embargo, la isla enfrenta un problema recurrente: la acumulación masiva de residuos plásticos en sus costas, especialmente durante la temporada de monzones (noviembre a marzo).
En marzo de 2024, la playa de Kedonganan, en la zona turística de Kuta, quedó inundada por toneladas de botellas, envoltorios y vasos de plástico, arrastrados por el viento y los ríos desde las ciudades indonesias1. Cerca de 300 trabajadores y varias excavadoras fueron movilizados para limpiar el lugar, pero el espectáculo impactó profundamente a los turistas. Algunos declararon que no volverían jamás, mencionando una experiencia arruinada por la contaminación visual y olfativa.
Este fenómeno, que se repite cada año, daña gravemente la imagen de Bali. La economía local, fuertemente dependiente del turismo, sufre las consecuencias: disminución de reservas, cancelaciones de viajes y pérdida de ingresos para hoteleros, restauradores y guías locales.
En el Caribe, donde el turismo representa hasta el 50 % del PIB en algunos países, la contaminación plástica ya ha provocado una disminución de visitantes en varios sitios costeros2.
🎣 La pesca en peligro
La contaminación plástica también afecta al sector pesquero. En Antigua y Barbuda, un estudio de la UICN3 estimó que los plásticos marinos causaron una pérdida del 9,2 % de los ingresos totales de la pesca en 2019, lo que equivale a casi 1,4 millones de dólares estadounidenses. Las causas son múltiples:
- Deterioro de redes y equipos
- Reducción de capturas debido a la contaminación de los hábitats
- Pérdida de tiempo productivo por limpieza y reparaciones
Los microplásticos ingeridos por los peces representan un problema creciente, con posibles efectos sobre la salud humana y la calidad de los productos del mar. Esto puede provocar una disminución de la demanda y una pérdida de confianza por parte de los consumidores.
📉 Pérdidas económicas concretas
La contaminación marina genera costos directos e indirectos para las comunidades locales:
- Limpieza de playas y puertos
- Cierre temporal de zonas de baño o pesca
- Deterioro de infraestructuras turísticas y pesqueras
- Pérdida de ingresos para los actores económicos locales
En Bali y en el Caribe, estas pérdidas se estiman en millones de dólares cada año. El vínculo entre un entorno saludable y la prosperidad económica es más evidente que nunca.
🛑 Prevenir para preservar
Ante esta situación, varias regiones han adoptado medidas:
- Prohibición de plásticos de un solo uso
- Refuerzo de infraestructuras de gestión de residuos
- Sensibilización de turistas, pescadores y profesionales del sector
Sin embargo, la prevención sigue siendo el instrumento más eficaz. Reducir los residuos en origen, mejorar el reciclaje y promover prácticas sostenibles son esenciales para preservar la atractividad de las costas y la viabilidad de los recursos marinos.
Conclusión
La contaminación marina no es solo un problema ambiental. Amenaza directamente las economías locales, debilitando el turismo y la pesca, dos pilares de muchas regiones costeras. Invertir en limpieza y prevención es también invertir en el futuro económico y social de estos territorios.